Al borde del papelón
- Matías Beccaglia
- 28 may 2017
- 3 Min. de lectura
Boca igualó en 1 con Huracán en Parque Patricios y abrió mas que nunca el campeonato.
Fue un partido chato, ningún equipo hizo suficiente merito para llevarse los 3 puntos.El primer tiempo fue muy aburrido, trabado en mitad de cancha y sin ideas para llegar al área. Apenas un remate de media distancia de Jara y algún centro por parte de los laterales del globo.
El segundo tiempo no varió mucho. Boca no podía combinar algunos pases para inquietar a la defensa local y solo dependía de algún pelotazo a sus delanteros. Por su parte, Huracán tenía un poco mas la pelota pero no avanzaba mas allá del circulo central. La mayor parte del tiempo la posesión era de Fritzler y Gonzalez, que lateralizaban demasiado el juego. En el visitante, muy poco de Gago y Pablo Pérez, que no solo estaban imprecisos, sino que con muy poca voluntad a la hora de retroceder. Los únicos firmes, los centrales y Barrios.
Parecía todo encaminado hacia un empate en 0. Hasta que en el minuto 27, tras un pelotazo largo del arquero Rossi, un defensor local peina la pelota para dejarsela a Benedetto, que se acomodó para la derecha y marcó el gol para que Boca pase al frente.
A partir del gol Boca decidió solo defender su ventaja. Armó un esquema de 4-4-1-1. Parecía todo controlado para el xeneize, hasta que en el segundo minuto de adición, Zuqui, que había ingresado por Jara. Cometió una infracción inocente en mitad de cancha. Esto le daba la última esperanza al globo, que mandó a todos sus jugadores dentro del área del puntero. El centro cayó en la misma. Rossi salió con muchas dudas y cometió un penal, que por cierto, dejó mucha polémica. De él se encargó Romero Gamarra, que eligió el palo derecho, a diferencia del arquero, que se jugó al otro palo.
Así finalizó el partido. Con un empate que dejó a Boca con sabor a poco, solo por el hecho de que ya tenía el partido controlado. Porque la realidad es que el empate era el resultado mas justo.
Con este empate Boca sigue siendo el único puntero con 5 puntos de diferencia con su escolta, River (al que le quedan dos partidos por disputar). La diferencia que dejó esta fecha es que el equipo de Barros Schelotto ya no depende de sí mismo para ser campeón. Ya que si River gana sus dos partidos pendientes quedará como único puntero.
Boca está al borde del papelón. No solo por el hecho de que puede perder un campeonato que tenía prácticamente controlado. Lo más insólito es que está a punto de perderlo con su clásico rival, que en la reanudación del torneo se encontraba a 11 puntos de la cima.
Es probable que al final de la temporada, haya un gran recambio de jugadores. Hay algunos que ya cumplieron su ciclo. Otros mostraron que no están a la altura para jugar en un club grande. Boca carece de jugadores de jerarquía y experiencia, como los tiene River y San Lorenzo. En cuanto al dt, no hay dudas que dejará su cargo si el xeneize no es campeón. Pero igualmente no hay seguridad de su continuidad en el caso de quedarse con el título. Guillermo no le pudo dar una indentidad de juego al equipo. Se equivocó con varios refuerzos y se encaprichó con varios jugadores que no merecían ser titulares. Pero sin dudas el mayor error del dt es que Boca no es Boca y está muy cerca de un bochorno para su historia.
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